Aunque la polémica en la comunidad ha sido constante durante el primer mes de vida de Counter-Strike 2, los desarrolladores están contentos con el resultado.
No fue una buena decisión, pero tampoco un error. Los desarrolladores de Counter-Strike 2 defienden que el lanzamiento del videojuego a finales del pasado mes de septiembre era el único camino para Valve. “Si no teníamos a todos los jugadores en la misma versión del título, no podíamos hacer mucho progreso en los sistemas más críticos”, explicaban en una de sus primeras declaraciones públicas tras la llegada de la nueva versión. Todavía más tajantes, decían lo siguiente: “En última instancia, esta era la forma más rápida de llevar CS2 a donde todos queremos que esté dentro de uno, cinco o diez años”.
Las palabras de los desarrolladores contradicen al sentir general de la comunidad, la opinión que defendíamos hace unas semanas y hasta a las cifras de jugadores simultáneos: Counter-Strike 2 ha supuesto un bajón del 17,9% en el número de jugadores con respecto a Global Offensive. Aquí podemos emplear la solución salomónica, ya que todos tenemos algo de razón. La diferencia de opinión está solo en el enfoque. La decisión de los creadores se tomó pensando más en los próximos diez años que en el momento actual, mientras que los juicios a los que son sometidos piensan mucho más en el momento actual que en los próximos diez años.
“Sabemos que se habla de si la beta debería sido más larga. Sin duda, algunas funciones se habrían incluido en Counter-Strike 2 en el momento de su lanzamiento si hubiera durado más. Sin embargo, con el tiempo dejan de estar claras cuáles son las prioridades si solo participan un subconjunto cada vez más reducido y autoseleccionado de jugadores (…) Desde el lanzamiento hemos recibido comentarios sobre nuevos errores, comportamientos y problemas de jugadores de todos los niveles, incluyendo tanto a usuarios ocasionales con hardware antiguo como a profesionales”
Lo cierto es que este enfoque ya ha funcionado en el pasado. La versión inicial de Counter-Strike: Global Offensive fue muy criticada por la comunidad, recibiendo grandes cambios durante sus primeros años antes de llegar a una forma (casi) definitiva a mitad de su ciclo de vida. En este sentido, la trayectoria fue siempre ascendente. Quizá por eso los usuarios se sorprendieron al ver un título mucho menos pulido y fallón en muchos aspectos técnicos. “CS2 es el mayor salto técnico en la historia de Counter-Strike. El juego está construido en un motor completamente diferente con cambios fundamentales a casi todos los sistemas (…) No es un ‘spin-oiff’ es la gran iteración de la línea de juegos principales de la franquicia”, explicaban los ‘devs’.
En este sentido, los responsables del videojuego defienden que la mayoría de grandes cambios –aquellos hechos a voluntad y por supuesto no los fallos técnicos– han sido positivos. Un ejemplo es el sistema de equipamiento. Aunque aseguran que no es una prioridad, aseguran que esta novedad podría permitir añadir más armas al juego y darle un componente aún más profundo en lo referido a la táctica y la estrategia. Esa sería la gran diferencia con respecto al pasado: “Counter-Strike: Global Offensive era un juego increíble, pero su desarrollo estaba limitado por una tecnología antigua (…) Todo indicaba que la mejor forma de seguir apoyando la saga era hacer el trabajo duro de volver a escribir el juego en un nuevo motor”.
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